“Una sociedad con deficiencias y carencias energéticas está condenada al subdesarrollo”
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Actualmente nos encontramos en una época de cambios continuos, en el que el desarrollo tecnológico a nivel mundial ha propiciado que se requieran grandes cantidades de energía.
Dentro del campo energético, sabemos que hay diferentes fuentes de energía y somos conocedores, de la importancia de hacer durar los recursos el mayor tiempo posible mediante su uso racional y eficiente.
Nos consta así mismo, la necesidad de desarrollar otras fuentes de suministro, sabiendo que hemos de optar porque éstas sean renovables y con un mínimo de impacto ambiental.
Respecto a las energías del futuro, éstas tendrán una importancia capital, más si cabe que en la actualidad.
Para su desarrollo y aplicación, consideramos condicionantes fundamentales:
· La tecnología existente, su eficiencia y costes.
· Los aspectos económicos: Evolución de precios, flexibilidad de adaptación, capacidad de almacenamiento y reservas, que estarán muy condicionados por la existencia de combustibles autóctonos a precios competitivos y un adecuado entorno normativo.
· Aspectos medioambientales: Tanto a nivel nacional como internacional para el cumplimiento de las diferentes legislaciones y obtención de ventajas competitivas.
Así mismo, sabemos que el conjunto de las distintas tecnologías que se apliquen en el futuro, se dividirá en los siguientes bloques:
· En declive: Principalmente obsolescencia de la tecnología, encarecimiento de su funcionamiento y afecciones medioambientales.
· En evolución: Tecnologías no completamente desarrolladas, pero de aplicación progresiva.
· Maduras: De aplicación instantánea, competitivas a niveles técnico y económico.
· Misceláneas energéticas: Sistemas raros sin posibilidad de aplicación generalizada.
Evidentemente los sistemas no son cerrados en general y pueden existir tecnologías que en un momento determinado no sean de aplicación, incluso que hayan resultado en declive y puedan ser retomadas en un futuro.
Sin embargo, la aplicación de las diferentes soluciones técnicas debe y deberá seguir siendo en el futuro racional, de forma que no transforme productos técnicos en productos financieros, evitando, como ha ocurrido en otras ocasiones, que se produzca un importante daño al desarrollo de determinadas tecnologías.
Finalmente recordar que desde el punto de vista físico, se define la energía como la capacidad de producir trabajo y por tanto, es claro que para producir este trabajo pueden aplicarse diferentes tecnologías.
En CONTEC Ingeniería-Arquitectura sabemos que la energía forma parte fundamental del desarrollo de la sociedad, de su bienestar y su futuro y que una sociedad con deficiencias y carencias energéticas está condenada al subdesarrollo.
Por ello, contamos con profesionales cuyos conocimientos nos permiten llevar a cabo por un lado estudios y proyectos teniendo en cuenta las fuentes energéticas convencionales como pueden ser; petróleo, gas natural, hidráulica, carbón mineral, etc. y por otro, estudios y proyectos, en los que se tienen en cuenta tecnologías de futuro y energías renovables, como pueden ser solar, eólica, geotérmica, etc.
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