“La combinación de
la tecnología y su uso inteligente, unida a la gestión del talento y el capital
humano, diferencia a las empresas y es clave para el éxito de las compañías”
www.contecingenieros.com
El desarrollo tecnológico
ha crecido en los últimos años, alcanzado niveles sorprendentes. Ello ha
supuesto un enorme crecimiento de la tecnología en todos lo ámbitos y
actividades empresariales.
Se han optimizado,
automatizado y agilizado procesos y medios, estando orientadas gran parte de
las innovaciones, a facilitar y mejorar aspectos productivos tanto en la
industria como en otros sectores, debiéndose esto en gran medida, a las empresas desarrolladoras
de sistemas y a los facilitadores tecnológicos.
Debido a ello, para
mantenerse y crecer en el mercado, ha sido necesario reorganizarse e incluso
reinventarse empresarialmente, actualizándose e invirtiendo en nuevos equipos, programas
y aplicaciones profesionales
Así mismo, ha sido
necesario desarrollar herramientas para la satisfacer nuevas necesidades y
crear nuevos sistemas y metodologías de trabajo, nuevos software de gestión y
administración de tiempos y tareas, nuevos sistemas de comunicación, etc.
Todo ello en aras de poder dar al mercado lo que éste demanda, mejorar y aportar mayor valor añadido.
Sin embargo, aunque
es impresionante y poderoso lo alcanzado con la tecnología, existe un factor
que nunca será, ni deberá ser sustituido por ésta y ese es precisamente el
"Factor Humano".
No podemos olvidar
que las personas son fundamentales para el desarrollo empresarial y quizás por
ello, ya no se hable tanto de Recursos Humanos como de Capital Intelectual o
Capital Humano.
Y es que por muy avanzada o sistematizada que esté una organización, el
elemento humano es imprescindible.
La tecnología es una parte necesaria y muy importante para el desarrollo
y la consecución de resultados, es más, el éxito de las empresas va a venir
determinado por el uso racional e inteligente de la misma y por tanto, aquellas
organizaciones que no estén actualizadas en este ámbito se quedarán obsoletas y
no podrán dar servicios y/o productos de calidad.
Sin embargo el
talento es el capital humano que diferencia a las compañías. La capitalización
del mismo, la inteligencia colectiva, el compromiso y la creatividad de las
personas forman parte de ellas y es con su esfuerzo, su trabajo y su dedicación
con lo que se construyen un proyecto conjunto y sostenible.
Dónde hay personas,
hay fuente de inspiración y motor de innovación y por tanto es el elemento
humano el que realmente construye empresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario