“FACTORES Y ERRORES QUE CONDUCEN AL FRACASO DE LAS PYMES”
Cuando trabajas y estás en el mercado, es necesario mirar con perspectiva y analizar situaciones para poder plantearse diferentes cuestiones que permitan no sólo seguir, sino crecer y además hacerlo de forma sostenible.
Muchos somos los que desarrollamos nuestra actividad profesional en PYMES y la experiencia nos dice y además nos demuestra, que son muchas las empresas de este tipo quiebran durante el primer año de actividad y un altísimo porcentaje las que lo hace antes de los cinco años.
¿Razones? Si realizamos un análisis vemos que, entre otras, vienen dadas la falta de apoyo y ayudas, por las altas cuotas impositivas, por la falta de financiación, etc., pero también por otros aspectos como son:
- Falta de capacidad, conocimientos y experiencia del empresario
- Falta de capital
- Falta de crédito
- Falta de sistemas de información
- Falta de control interno
- Mala administración del tiempo
- Falta de conocimiento para realizar una adecuada gestión de endeudamiento y tesorería
- Falta de expectativas realistas
- Falta de criterio adecuado para la utilización del dinero por parte de dueños, socios y administradores.
- Falta de conocimiento para llevar a cabo una buena elección de personal
- Falta de capacidad para acometer diferentes situaciones
- Centralización de la toma de decisiones
- Resistencia al cambio
- Falta de inversión en formación, medios y tecnologías que aumenten la competitividad
- Etc.
Es cierto que los Gobiernos animan al emprendimiento pero también lo es que no se hacen los esfuerzos necesarios para que los pequeños empresarios superen los problemas que se encuentran, lo que termina por minar la economía de muchos ellos, de sus trabajadores y de la sociedad en su conjunto.
Las pequeñas empresas y sus empresarios, ponen en sus negocios pasión e ilusión y también, en la mayoría de las ocasiones, todo aquello que poseen. Eso les lleva a actuar frecuentemente sin criterio adecuado, haciéndoles cometer errores que los conducen al fracaso.
Entre los errores más comunes, se pueden citar por ejemplo:
- Errores de criterio sobre la situación del mercado: Tienen un criterio diferente de la realidad, que les lleva a tomar decisiones equivocadas.
- Errores de producción: Ofrecen productos y/o servicios que no se ajustan en su totalidad a las necesidades de los clientes.
- Errores administrativos: Desconocen tramitaciones y otros temas burocráticos que en corto plazo supone un caos de funcionamiento.
- Errores de contratación: Son muchas las ocasiones en que se contrata por amistad más que por conocimientos y experiencia, sin tener demasiado en cuenta los perfiles óptimos para los diferentes puestos y se miran los costes más que los beneficios que un buen profesional puede reportar.
- Errores financieros: Se realizan cálculos económicos y financieros por el propio empresario, sin ayuda de expertos en la materia, lo que hace que éstos difieran de la realidad.
- Error de planificación estratégica: No se hacen planes de negocio, ni estratégicos. No se definen aspectos tan fundamentales como son la misión, visión, valores y metas de la empresa. No se establecen objetivos, ni se definen acciones para conseguirlos, ni se estudia el mercado.
- Errores presupuestarios: Se desarrollan presupuestos basados en la experiencia pero involucrando aspectos emocionales del momento a la hora de establecer objetivos y estrategias, siendo por tanto estos presupuestos, poco realistas.
- Etc
Además de lo anterior, hay que indicar que las PYMES y pequeños empresarios, para desarrollar sus trabajos profesionales, normalmente no utilizan demasiado herramientas propias de mercadeo, venta, producción, finanzas, etc., actuando de forma libre y por decirlo de alguna forma quedando “en manos del destino”.
De todo ello se puede concluir que, a pesar de que la mayoría de los empresarios piensan que la causa principal del fracaso de sus negocios se debe a circunstancias externas, la realidad es que si bien éstas influyen, probablemente las causas mayores en gran parte de los casos, vienen dadas por las circunstancias internas, que no permiten un adecuado desarrollo del negocio. Ello supone que sobrevivan hasta que no pueden superar el flujo de caja negativo y vayan a la quiebra y a la desaparición del negocio y su actividad empresarial.
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